terapia con cuencos tibetanos

Los Cuencos de Cuarzo, como evolución de los cuencos de metal; utilizados en Oriente desde hace cientos de años, comenzaron a irrumpir con fuerza a finales de los ochenta. Su enorme poder terapéutico, los convirtió en una pieza clave para la meditación y la sanación. Los cuencos de cuarzo se comenzaron a usar hace centenares de años, en países como la India, China o también en la zona del Tibet.

Beneficios de una terapia con Cuencos de Cuarzo.

Cuando nos referimos a Le Patio, siempre destacamos que hemos creado un pequeño oasis en la ciudad de Barcelona. Vivimos en una época visual, cada día estamos expuestos a infinidad de «inputs»; esto significa que gran parte de nuestra vida actual se desarrolla en un constante frenetismo. Esto nos obliga a buscar momentos de desconexión. Es necesario aportar a nuestras vidas un poco de sosiego y tranquilidad. No podemos permitirnos estar en una situación de estrés constante, porque a la larga nos puede pasar factura.

La terapia con Cuencos Tibetanos, es lo más parecido a un concierto terapéutico con instrumentos de cuarzo y percusión. El baño de sonido que ofrece esta terapia, tiene efectos sanadores. Y esto se produce gracias a las vibraciones de dichos instrumentos; que nos ayudan a silenciar la mente y nos facilitan entrar en un estado de relajación consciente. Los Cuencos Tibetanos tienen unas propiedades sonoras únicas.

Todo esto conlleva unos beneficios para nuestra relajación y toma de consciencia. Algunos de estos beneficios, son:

  • Favorecen la reducción del estrés
  • Nos ayudan a liberar la tensión emocional.
  • Resultan un viaje reparador a través del sonido y del silencio.
  • Liberan nuestra mente de preocupaciones.
  • Podemos entrar en un estado de relajación consciente…

Efectos de los Cuencos Tibetanos.

Nuestro cuerpo está formado por agua, en más de un 70%, y con la técnica de los Cuencos Tibetanos también utilizamos el agua. Este paralelismo no es casual, porque al activar el sonido del cuenco, lleno de este líquido elemento, podremos comprobar como salta este agua; gracias a la enorme resonancia que se produce. Algo que puede darnos una buena pista del efecto, tan beneficioso, que produce en nuestro cuerpo.

El uso del sonido y la música; con finalidades terapéuticas, se remonta al principio de los tiempos. Si pensamos en la antigua Grecia, en Roma o quizás en Egipto; el aprendizaje del sonido constituía una ciencia extremadamente refinada e importante. En el antiguo Oriente, tenían la creencia de que las enfermedades eran producidas por una desarmonía energética.

El cuerpo humano está incluído en el universo, y desde la antigüedad, ya se tenía la creencia de que todo el universo vibra. Cuando un órgano está sano, su frecuencia vibratoria está en armonía, por lo tanto, esa armonía energética permite que las personas podamos vivir de forma más sana. Si alteramos la frecuencia vibratoria; por ejemplo: si vivimos situaciones de estrés prolongado, esta armonía se altera por completo.

El sonido de los Cuencos Tibetanos como proceso terapéutico.

El principio de resonancia, nos indica que es posible modificar las frecuencias alteradas con otro tipo de frecuencias distintas. Por eso, las personas expertas en este tipo de terapias, afirman que el sonido puede resultar terapéutico. Aunque de entrada nos puede resultar sorprendente; el cuarzo posee una gran afinidad con el hombre. En nuestras células hay moléculas de sílice, algo que potencia la resonancia con el cristal de cuarzo.

El sonido que produce el cuenco puede ser más o menos alto, dependiendo tanto de su forma, como del objeto que se utilice para tal efecto. La calidad del mismo es fundamental, porque esto se traduce en que el sonido sea genuino.

En alguna ocasión hemos organizado una charla en Le Patio Spa Barcelona sobre esta cuestión. No descartamos, por lo tanto, que en un futuro podamos repetir. De todas formas, si quieres relajarte profundamente, te invitamos a venir a este pequeño oasis situado en pleno Eixample de la ciudad. Aquí encontrarás un lugar donde relajarte y conectar cuerpo y mente. ¡Te esperamos!