Aprender cómo desestresarse, por ejemplo, con un masaje, es algo muy recomendable. Un masaje relajante resulta de gran ayuda para desestresarse y bajar el nivel de nerviosismo, pero tú también debes poner de tu parte. Debes entender que lo realmente interesante es aprender a desestresarse más allá de ese momento. Prolongando el estado de tranquilidad que nos brinda ese masaje. Un masaje es un buen comienzo, sin duda, pero no es la solución definitiva.
¿De qué sirve invertir una hora en desestresarse, si a los pocos minutos de terminar nuestro masaje ya estamos otra vez en tensión? Desestresarse no es una cuestión de baja importancia. Sigue leyendo y verás por qué.
Desestresarse no es salir corriendo a un lugar paradisíaco.
Nuestro cerebro nos protege constantemente y es un buscador de amenazas. Analiza el entorno y nos envía señales cuando alguna cosa parece que no va bien. Esto nos ha protegido como especie durante toda la vida, pero también es una situación que puede perjudicarnos, entorpeciendo el objetivo de desestresarse. Cuando estamos estresados, nuestro cerebro actúa como si hubiera amenazas constantes. Aunque estas amenazas no sean reales, sino imaginarias.
Nuestra percepción del mundo cambia según nuestro estado de ánimo. En ocasiones las cosas no son tan fantásticas como nosotros pensamos, y otras veces no son tan catastróficas como nuestro cerebro nos quiere hacer ver. Lo interesante es encontrar ese equilibrio que nos ayuda a valorar cada situación como realmente merece.
La tranquilidad no es un lugar, sino un estado de ánimo que debemos conseguir. Pensar que alcanzaremos el sosiego que todos deseamos simplemente por salir corriendo de vacaciones es un error. La tranquilidad se trabaja durante todo el año. Si no lo aprendemos así, cuando volvamos de vacaciones volveremos a experimentar el estrés. Y además el estrés volverá al poco tiempo de haber regresado a las rutinas diarias.
Bajar el estrés es un esfuerzo que vale la pena.
El estrés es una respuesta normal, no hay que preocuparse, lo que debemos hacer es controlarlo y no dejar que se dispare cuando no toca. Si no aprendemos a controlarlo se puede instalar en nuestra vida como algo normal. El estrés es un estado psicológico que se convierte en algo físico. Algunos de los efectos que podemos observar, son:
- Cuando estamos estresados, el corazón aumenta la frecuencia cardíaca.
- Como se supone que estamos en peligro, también aumenta la presión sanguínea. De esta forma estamos más preparados para desplazarnos con mayor rapidez y huir de ese peligro.
- La respiración también se ve afectada y se produce un aumento de la frecuencia. Esto ayuda a aumentar los niveles de oxígeno. Nuevamente debemos estar preparados para afrontar ese hipotético peligro.
- Los ojos también tienen una misión en todo este proceso. Con las pupilas más dilatadas, captamos más rápidamente y mejor cualquier estímulo visual. No olvidemos que para nuestro cerebro estamos en peligro.
- También se tensan los músculos. ¿Te has fijado alguna vez que después de una situación muy estresante, sientes como si hubieras corrido una maratón? Los músculos en tensión nos permitirán huir más rápido si es necesario.
- Aunque no es normal que una persona tenga fiebre cuando está estresada, sí que se sabe que aumenta la temperatura corporal y también la sudoración.
Sabiendo todo esto, y más cosas que no hemos comentado para no alargarnos demasiado, ¿piensas que puede ser bueno estar en niveles de estrés alto todo el año?
Masaje cráneo facial para bajar el estrés.
La historia del masaje cráneo facial se remonta a miles de años atrás. Bajar el estrés no es algo nuevo. Con el paso del tiempo se han ido introduciendo nuevas técnicas y conocimientos. Los beneficios que aporta este masaje relajante son muchos y muy interesantes.
Esta tipología de masaje está reconocida por sus propiedades calmantes, las cuales permiten eliminar el estrés y favorecer el sueño. Si dormimos bien, seguramente estaremos mucho mejor al día siguiente. Es un masaje relajante que estimula la circulación sanguínea; oxigenando el sistema vascular. Las manipulaciones que se llevan a cabo con este masaje, ayudan a tratar el dolor de cabeza relacionado con los «sinus» o la vista cansada.
Cuando movemos el cuero cabelludo, también conseguimos estimular su regeneración. Esto aporta flexibilidad al cabello. Un buen masaje cráneo facial estimula el crecimiento rápido del cabello; incrementando su volumen y densidad. No estamos diciendo que sea un tratamiento contra la alopecia, evidentemente no lo es. Es capaz de estimular el crecimiento pero no detendrá la caída del cabello por causas genéticas.
El rostro es otro de los beneficiados con este masaje relajante. En la cara acumulamos tensiones; principalmente en la zona mandibular. Esta técnica permite tratar y prevenir estas tensiones.
Si quieres abonar las condiciones necesarias para instaurar la tranquilidad en tu vida, y bajar el estrés, te recomendamos el masaje cráneo facial. Ponte en contacto en el equipo de Le Patio Spa Barcelona y pide tu cita. Te sorprenderá.
Deja tu comentario