A todos nos gusta tener una piel más joven y radiante. Nos encontramos a mitad del verano, aproximadamente, así que si quieres que tu piel no sufra las consecuencias de los excesos de sol, agua salada y cloro; debes seguir cuidándola todos los días. Esta época del año es cuando solemos bajar la guardia, así que no caigas en la tentación de relajarte en exceso. Bueno, relajarte a nivel físico y mental sí debes hacerlo, lo que no puedes permitirte es bajar la guardia a la hora de cuidar tu piel.
El calor deshidrata tu cuerpo más rápidamente, así que hoy queremos compartir algunos consejos para que mantengas una piel radiante en verano; que seguro os funcionarán muy bien para prevenir su deshidratación. El sol nos confiere un aspecto muy saludable y es saludable y necesario para nuestro cuerpo, de todas formas, si no prestamos atención suficiente y lo tomamos en exceso, se producirá un efecto nocivo y contrario al deseado.
Mantener la piel más joven y radiante cuando hace calor.
La limpieza diaria de la piel es algo que no nos puede pasar por alto. Este tipo de limpieza debe realizarse con productos suaves y que no alteren el ph natural de la misma. Si utilizamos productos agresivos lo que conseguiremos será irritarla, produciendo el efecto contrario al que queremos. Algunos de estos productos están excesivamente perfumados y aunque huelen muy bien, contribuyen a irritar y también a deshidratar la piel.
Debemos eliminar la grasa y la suciedad que se va acumulando diariamente en nuestra piel, pero prestando mucha atención a los compenentes de los productos que vamos a utilizar. También es importante saber que hay determinadas esponjas que son demasiado agresivas también con la piel. Utilizar esponjas exfoliantes todos los días no es nada recomendable, aunque puede parecer bueno de entrada.
Otra de las cuestiones importantes a tener en cuenta en verano, es el momento de secarnos después de un baño en la piscina o la playa. No es recomendable compartir la toalla de otra persona, evidentemente si tenemos confianza y la conocemos lo suficiente; sabiendo que no tiene ninguna infección cutánea, no pasa nada. También debemos cerciorarnos de que todas las zonas se secan por completo.
Cuidar y tener la piel más luminosa y juvenil, incluso en los meses de verano.
Si queremos tener una piel radiante, otra de las cuestiones importantes que debemos contemplar es la ropa que utilizamos a diario. Existen materiales que favorecen la aparición de hongos porque crean las circunstancias de humedad idóneas para su propagación. Las chancletas tamién merecen una especial atención, puesto que no todas están hechas con un buen material y si la goma es demasiado rígida, pueden irritar la piel de los dedos.
Andar descalzos por las zonas comunes de las piscinas o las duchas, tampoco es una buena idea. Son zonas en las que es muy habitual que se puedan «coger» hongos en los pies. Si evitamos la exposición directa de la piel en suelo, en todas esas zonas, mantendremos nuestros pies a salvo de infecciones.
Una vez hemos terminado la jornada de baño y después de la ducha, podemos utilizar cremas o aceites hidratantes que os permitan recuperar la humedad perdida. En este caso tampoco sirve cualquier marca; por eso debemos fijarnos que contengan propiedades hidratantes que nos permiten recuperar el agua perdida. Así mantendremos la piel radiante en verano de un forma efectiva y saludable.
Si quieres más información al respecto, puedes rellenar este formulario de contacto y te indicaremos los mejores tratamientos para tener una piel radiante y más juvenil.
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